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¿Ustedes saben distinguir un rendajo de un jilguero? ¿Aprecian los “rumores vitales de la tierra” que decía Delibes o prefieren los escaparates de las calles comerciales? ¿Son de los que permanecen en los pueblos o de los que se sumaron a la ciudad?
Entender la singularidad del territorio, los ritmos de la tierra, el modo de vida rural, el sentimiento de pertenencia a un entorno natural, no es fácil si sólo habitas la ciudad. Sin embargo, a nadie se le escapa la idea de que el campo es, entre otras cosas, la base del sector primario, de que las superficies forestales son pulmones por los que respira el planeta y que la despoblación de los núcleos rurales es la génesis de innumerables problemas que repercuten de forma directa y contundente en todo el país, porque ahí anidan nuestros recursos naturales y nuestro sector primario.
Desde hace muchos años el éxodo a las ciudades vacía los pueblos de España. Lo mismo sucede en toda Europa. Mientras las autoridades dotaban de grandes infraestructuras y servicios a las ciudades, parecían olvidar que también había personas en lo rural. De manera que la desigualdad fue creciendo hasta el punto de que la ciudad ejerce un efecto succionador muy potente sobre los pueblos.
Hace un par de años de vislumbró un atisbo de crecimiento demográfico en algunos núcleos pero volvió a descender en el siguiente. ¿Qué tiene que pasar? ¿Somos capaces de revertir la situación?
La pérdida de población es un fenómeno rural en su mayoría, pero no sólo. Atendiendo a la Ley de desarrollo del medio rural, este es el espacio que ocupa la agregación de municipios o entidades locales que posean una población inferior a 30.000 habitantes y una densidad inferior a los 100 habitantes por km2
Siendo así, en España el mundo rural ocupa el 84% del territorio nacional donde se encuentran la totalidad de nuestros recursos naturales. Y en él habita el 16% de la población española. En ese espacio geográfico se halla el 82% de todos los municipios del país.
Pero pierden población las áreas rurales, las cabeceras comarcales y algunas ciudades pequeñas e incluso capitales de provincia.
Y es que cuanta menos población tienen, menos rentable es invertir en infraestructuras, por tanto se hace menos atractivo para empresas o industrias, no llega la inversión, no llega el empleo, no se fija población, sale la población adulta joven y la posibilidad de crecer y atraer servicios, configurando un círculo vicioso de difícil solución.
En mi opinión, el panorama sólo se explica atendiendo al censo electoral. Pensemos en votos. El INE nos dice que tenemos 35 millones de personas que ya pueden votar. Sólo Madrid y Barcelona suman casi 10 millones de votantes. Ni sumando el censo del amplio territorio de las provincias más despobladas, Zamora (142 mil), Segovia (115 mil), Ávila (128 mil), Cuenca (149 mil), Palencia (130 mil), Soria (68 mil), Teruel (101mil) y Huesca (165 mil), llegan al millón de votantes. Su representación en los órganos legislativos es rotundamente inferior, no obstante, movilizada, puede tener capacidad de negociación, como ya ha ocurrido.
La despoblación no estaba en el discurso político hasta que llegó “Teruel Existe” a las Cortes. La unión de sus votantes sentaron en el Congreso y en el Senado a los primeros representantes en un momento en el que cada diputado tenía capacidad de negociación para permitir un gobierno de un color o de otro. De repente, la España rural, la vaciada o más bien la olvidada, empezó a contar.
Luego vino la pandemia, y entre unos y otros el año 2020 hizo crecer en habitantes a algunos municipios. Un crecimiento tenue, mantenido en el 2021pero muy lejos de lo necesario. Esperemos que no se quede en un espejismo.
En cualquier caso, la representación y capacidad de negociación en las Cortes ha movilizado iniciativas que habían permanecido en un cajón durmiendo el sueño de los justos por gracia y orden de sucesivos equipos de gobierno, da igual el color, ya lo hemos visto.
Una de ellas, el famoso “rontundamente sí” de la ministra de Hacienda, ha resucitado la aprobación de la UE para conceder ayudas fiscales a empresas que se implanten en provincias despobladas como Soria, Cuenca y Teruel, desvinculándolas de la prohibición de las ayudas de Estado que la UE prohíbe por vulneración de la libre competencia. Hay que puntualizar que las áreas con una densidad inferior a 12,5 habitantes/km² están en riesgo severo y bajo el punto de mira de la UE con políticas activas sobre el territorio.
Esta sería una de las políticas que fomentarían la instalación de pequeñas industrias que dinamizarían la economía y la sociedad en estas comarcas castigadas severamente por la despoblación. Y esto va parejo con la implementación de infraestructuras del transporte y la conectividad digital.
España es el tercer país de la UE en superficie boscosa, solo por detrás de Suecia y Finlandia. Más de la mitad de la superficie española es terreno forestal (bosque, pasto y matorral), la extensión de la superficie agrícola utilizable es muy considerable también. Ahí están nuestros recursos naturales. Su aprovechamiento sostenible, y sostenible es la palabra mágica, tiene que crear economía y fijar población.
En ese espacio descansa nuestro sector primario, abastecido de ayudas europeas desde hace años a través de la PAC. Este fondo europeo sustenta en toda Europa a agricultores y ganaderos y despliega ayudas al desarrollo rural. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación diseña una estrategia para responder al nuevo programa que alcanzará hasta el 2027. Un total de 36 mil millones de euros (la tercera parte del presupuesto europeo) se destinará a promover y apoyar al sector primario europeo priorizando las pequeñas explotaciones y los jóvenes agricultores, prácticas agrícolas más ecológicas y atención a los resultados, debiendo adaptar al cuidado del medio ambiente las prácticas de cultivo. Recordemos que en el año 2021 España recibió más de 5.500 millones de euros del FEAGA (fondo español de garantía agraria) que gestiona la PAC.
A lomos de los Fondos de Recuperación UE, se han puesto en marcha diversos planes institucionales que pueden financiar numerosas iniciativas locales organizadas basadas en la gestión sostenible de los recursos naturales. Además hay 130 medidas planificadas y recogidas en el Plan de la Secretaría General para el Reto Demográfico
Sin embargo, hay que tener presente que existen núcleos cuyos ayuntamientos no tienen fórmulas para solicitar y sacar partido a toda esta burocracia. Esto es lo que está sucediendo con el DUS5000, el Plan de ayudas para proyectos singulares de energía limpia en pequeños municipios, que podrían sustentar infraestructuras muy atractivas para fijar población.
La inversión institucional es fundamental, pero también es esencial que los habitantes del medio empujen y emprendan. En este sentido es admirable ver el arrojo y valentía de la gente joven y especialmente de las mujeres. Se van introduciendo las nuevas tecnologías para hacer más rentable y sostenible el cultivo en las explotaciones agrarias y se incrementa significativamente la gestión agroecológica del territorio.
El “modelo Soria” que definía Pedro Sabín en el Diario de CYL, parece dar resultados que sin ser perfectos son los mejores conocidos. Busca un equilibrio entre todos los sectores implicados en la gestión forestal, población, instituciones públicas y privadas, sector industrial, tecnológico, para aprovechar de forma sostenible las masas forestales respetando el medio ambiente y generando actividad económica y rentabilidad.
La UCM ha desarrollado un mapa de actuaciones colaborativas de grupos locales contra la despoblación. Hay núcleos donde se organizan movimientos de cooperación para el transporte, como el carsharing, posibilitando la compartición y optimización de un mismo recurso por todos los vecinos.
A estas pequeñas industrias madereras o una cooperativa que aprovecha la materia prima local para dinamizar y fijar población, podemos añadir la publicidad de un seductor entorno natural para captar familias de núcleos urbanos
Para ello es imprescindible alcanzar la digitalización en todo el territorio nacional. Aun contando con una implementación digital que sitúa a España entre los países más avanzados de la UE, parece que todavía es insuficiente para posibilitar que se asienten pequeñas empresas y habitantes dependientes de las TIC para el desarrollo de su actividad.
Existen ideas como las de Letur, un pueblo de 900 habitantes de la Sierra del Segura, a una hora de Albacete. Con la iniciativa “Letur repuebla” proporcionan un espacio coworking por 60€ al mes, internet de alta velocidad y viviendas nuevas por 350€ mensuales. Curiosamente plantean el reducido número de niños en el pueblo como una ventaja porque así disponen de enseñanza personalizada. Bueno, es otra mirada.
Hay iniciativas con muchas ganas de transformar el medio rural basándose en la innovación. En este sentido seguir la actividad de “Territorio Rural inteligente” y a AECD es un chute de optimismo y esperanza.
Con la crisis energética, parece que toma fuerza la instalación de infraestructura eólica y campos solares en vastas extensiones de tierra, en terreno despoblado.
Sin embargo, esta actividad, imprescindible para el conjunto de la sociedad española, y más aún para la europea, no creo que implique la creación de empleo local, puesto que son tecnologías que se controlan en remoto desde otros lugares. Es más, puede suponer una “invasión” de pastos o matorral que escaparían al control vecinal. Es de suponer que de alguna manera las empresas energéticas tendrían que compensar con algún tipo de beneficio social y económico a los municipios.
Sería una buena idea que contribuyeran con la propuesta de “Teruel Existe”, el modelo 100-30-30, que debería ser suficiente para seducir a nuevos residentes o fijar y mantener los que aún resisten. 100 megas simétricos para internet, 30 minutos de desplazamiento hasta un núcleo con todos los servicios esenciales y 30 km a una autovía que coloque los productos o habitantes en una vía rápida hacia cualquier parte.
Parece una propuesta razonable que dotaría de posibilidades de progreso a las zonas castigadas por la despoblación. Además, si el teletrabajo es posible fuera de la gran ciudad, ¿a quién no le seduce vivir en un entorno natural, tranquilo, bien comunicado y bien conectado?
FUENTES: INE, IGN, DESI 2022 UE, Consejo Europeo, Senado, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Ministerio de Asuntos económicos y transformación digital.
MITERD, SG Reto Demográfico.
Ministerio de Politica Territorial y FP.
“Diagnóstico igualdad en el medio rural” MAPA
Panorámica del censo agrario 2020. Mapa colaborativo UCM
Areas urbanas en España 2021 Atlas Digital de las Áreas Urbanas de España (mitma.gob.es)
Informe sobre la despoblación en España, MITERD
Comisionado para el Reto demográfico “Estrategia nacional frente al reto demográfico. Eje despoblacion”
El futuro del mundo rural, J. Sanz Cañada. CSIC. Y las fuentes enlazadas en el Post.