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España por tierra, mar y aire

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Madrid, uno de julio, doce de la noche. El autocar con destino a Alicante está a punto de salir. Llegará a las 8 de la mañana, después de varias paradas rodando por carreteras nacionales de doble sentido. Llegaremos aburridos, cansados y mal dormidos, pero dejaremos las maletas en el apartamento y nos lanzaremos de cabeza al mar. Las vacaciones han empezado. No hay dolor.

Claro, yo era una niña. Mi madre no pensaba lo mismo.

Hoy ese viaje me lleva 4 horas en coche por autovía, una parada para estirar las piernas y conexión a internet con tecnología 5G. Puedo ir en AVE a Valencia por la mañana, tomar una paella frente al mar y volver en menos de dos horas a dormir a casa.

Hoy podemos recorrer los más de mil kilómetros que separan Sevilla de Barcelona en un AVE en 5 horas y media, o ser una de las 200 millones de personas que pasan por los 48 aeropuertos españoles cada año rumbo a una de las 189 ciudades accesibles en vuelo directo.

Hago un spoiler de lo que podéis ver en el video que complementa este Post. España es uno de los países más importantes del mundo en infraestructuras de transporte. Por tierra, mar y aire. Los datos son abrumadores y sorprendentes.

España, respecto a otros países europeos, sufre una gran desventaja en lo referente a la construcción de infraestructuras de transporte; una orografía compleja, un relieve elevado, montañoso, solo superado por Suiza y Austria (sin desmerecer Andorra o Liechtenstein) que obliga a levantar viaductos y excavar túneles. No puede ser barato, ni fácil, ni rápido. Y no lo es, pero se lleva haciendo muchos años.

La altitud media de Francia son 340m, la media europea son 297 m. La española es de 660 metros. Podemos pensar en lo que puede costar a los Países Bajos, territorio plano planísimo, a Francia o a Luxemburgo, por ejemplo, construir un km de autovía o de línea de alta velocidad. Ahora pensemos en atravesar Despeñaperros o la cordillera Cantábrica o alcanzar los pueblos del Pirineo.

Sin embargo, con datos de 2019 España ocupa el primer lugar a nivel mundial en conectividad vial, según el Índice de Competitividad Global, que mide la competitividad de 141 economías a través de 103 indicadores organizados en 12 pilares

Suma y sigue: posee la línea de alta velocidad más extensa del mundo, solo por detrás de China, con un consumo eléctrico generado por energías renovables.

Un AVE que cumple 30 años en 2022, porque fue en la Expo de Sevilla cuando se inauguraron los primeros cuatrocientos setenta kilómetros de vía. Ya son más de cuatro mil. El ancho de vía crece para llegar a A Coruña, a Burgos y pronto al País Vasco.

Sin embargo sigue pendiente dar un buen servicio a Extremadura, porque las cifras globales se vienen abajo si eres extremeño y las explicaciones que ha dado tanto ADIF como RENFE no convencen, por no decir que hieren.

Pero sigamos el viaje. Ahora por aire.

España es el tercer país con mayor volumen de tráfico aéreo de Europa. Aeropuertos como el de Madrid o Barcelona están entre los diez primeros de Europa en cuanto a tráfico de pasajeros y número de operaciones.

Espera que sigo. Seguimos por mar.

La localización geoestratégica del país lo ubica en una de las rutas marítimas más importantes que existen. Un sistema portuario avanzado y conectado con más de 200 puertos internacionales coloca a varios puertos españoles entre los más importantes a nivel mundial.

Además están los puertos secos y las plataformas logísticas que extienden la incursión de los servicios y mercancías de puertos y aeropuertos. Y sí, tenemos la mayor plataforma logística de Europa y está en Aragón.

Vamos terminando este viaje con algo que es fundamental, la digitalización, la tecnología 5G. Con un potencial desmedido, que puede traer tantas maravillas como disgustos, esta tecnología se ha ordenado en el Real Decreto-ley 7/2022, de 29 de marzo, sobre requisitos para garantizar la seguridad de las redes y servicios de comunicaciones electrónicas de quinta generación. Es obligado reforzar la seguridad nacional sin dejar de facilitar la llegada de una nueva era de servicios de la internet de las cosas, de la conexión múltiple y la aportación de ingentes cantidades de datos. La gestión inteligente de los recursos energéticos, del transporte, o el uso del coche autónomo,que ya existe, solo que Europa regula despacio y con prudencia.

Es una esperanza para la reducción de la brecha digital en zonas rurales y aisladas porque promete una cobertura de servicios públicos digitales en toda la geografía nacional.

Sin embargo, a pesar de disponer de una vasta red de infraestructuras de transporte y una tecnología digital prometedora, a pesar de todo ello, seguimos abandonando el campo y haciendo crecer las ciudades. Quizá, porque como aseguran algunos expertos, esa hiperconexión de grandes poblaciones succiona a los habitantes de los pequeños núcleos rurales.

Este es un tema fascinante del que planeo tratar en otro momento.

Fuentes: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Ministerio de Economía y Agenda Digital. Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. ICEX. IGN. Puertos del Estado. ADIF.

Ahora, dos minutos de imágenes y cifras.

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